Fueron pocos, muy pocos, los que no bailaron o cantaron las frases de canciones de Britney Spears a finales de los 90 y principios de la década pasada. La rubia, salida de la cantera del Club Disney, se convirtió en todo un fenómeno mundial con su primer disco, Baby One More Time, en el que aparecía como una lolita inocente pero no carente de sensualidad. Su voz y sus temas divertidos y bailables conquistaron a todos, y el ascenso fue meteórico. Tal vez demasiado, dirán algunos.
Britney se convirtió en la princesa del pop, la única capaz de poder compararse con la todopoderosa Madonna, a la que parecía imitar en ciertos momentos. Sus estilismos, sus coreografías, sus pegadizas canciones, la llevaron por todo el mundo, realizando giras de conciertos multitudinarios y colocando sus singles en lo más alto de todas las listas. Pero todo eso también conllevó problemas con las drogas, además de cierta inestabilidad mental.
En las frases de Britney Spears encontrábamos al principio un monotema: el amor, y su variante de desamor. Sin embargo, después de su caída en desgracia, de todos sus problemas y de sus continuas polémicas, la rubia pareció resurgir con más fuerza que nunca, y ahora su carrera ha vuelto a dar signos de vida. Eso sí, sus letras ya son mucho más maduras y elegantes, y es que Britney ya no tiene 18 añitos.
Sus canciones ya se pueden considerar clásicos del pop de las últimas décadas, y Britney Spearse es, con sus luces y sus sombras, una de las artistas más importantes del nuevo milenio. Sus más de 100 millones de discos vendidos así lo demuestran, por no hablar de su influencia en el pop a principios de la década pasada. Britney Spears pudo ser uno de tantos juguetes rotos de la industria, pero parece que ha sabido salir adelante y volver por todo alto con sus nuevos temas.