Pura sensibilidad, eso es lo que encontramos en todas y cada una de las frases de canciones de Tontxu, un auténtico artesano de las palabras que ha hecho posible una unión más intensa y eficaz que nunca entre la música y la poesía. Un cantautor atípico que siempre ha seguido su camino, sin importarle modas o estilos, y que ha logrado convertirse en una figura irremplazable dentro del pop español por su especial manera de cantar y componer.
Nacido en Bilbao a principios de los 70, demostró un precoz interés por la radio y la música, combinando ambas pasiones en su estancia durante cinco años en la filial local de los 40 Principales. Con 23 años se marcha a Madrid en busca de alguna oportunidad mejor y comienza a cantar en varios locales de la ciudad con su guitarra. Poco después es fichado por EMI, con la que grabaría cuatro discos. El primero de ellos, Se Vende, le auparía como uno de los artistas revelación en 1997.
En las frases de Tontxu se podía encontrar ya en aquel tiempo una forma muy especial de expresar sentimientos comunes, una manera única de demostrar que conocía mejor que nadie el alma humana. Acompañado siempre de su inseparable guitarra, la carrera del cantautor siguió durante varios años más. En 2008 graba su sexto disco y realiza un parón en su actividad, girando posteriormente por algunos países de Latinoamérica.
No volvería a producir nuevo material hasta 2016, siendo muy bien recibido por sus fans tanto a éste como al otro lado del Atlántico. Tontxu, alejado de premios y de una fama que parece no haber deseado nunca, sigue fiel a su propio camino, haciendo sus canciones de la manera que sabe, tocando el corazón de todos aquellos que las escuchan, esos mismos que saben que no hace falta demasiado para poder tocar el cielo.